¿Pero qué es esto?

Tan sólo llegar y ya me gastaban una novatada. ¿Como podían saber el día y hora exacta a la que llegaba? Impresionante...
Acababa de llegar por la puerta principal de los jardines de aquel enorme edificio, cuando, al entrar a la zona del templo, todo se apagó. No se veía ni pizca. Miré a los alrededores algo miedosa, chasqueé los dedos y dí palmas por si era alguno de esos ultramodernos sistemas de electricidad, pero no obtuve respuesta. Intenté conjurar algún hechizo luminoso, pero no daba resultado. <<¿Pero qué es esto? ¿Ya empiezan con las novatadas?>> pensé.
De fondo se oían los chasquidos de la madera durante la noche, lo que aun me producía más miedo, así que me acurruqué a un pilar que pude palpar.

Se puso el sol, y el incienso se apagó sin aviso previo, señalando el comienzo del apagón. Con eso hecho, no tenía más razón para estar en el templo.
Oí unas palmadas fuera. Jujuju, era la ocasión perfecta para dar un buen susto a quien quiera que estuviese ahí fuera. Sigilosamente salí y me tropecé. Maldita sea, ¿Cómo me había olvidado del escalón? Dejé escapar una queja.
Que susto más patético...

Dios, que bote dí al oir que algo que parecía grande y humano caía al suelo. Me giré instintivamente y activé mis botas, muy asustada.

- ¡¿Q-Q-Q-Qué o qui-quién hay ahí?! - pregunté casi chillando. Vale, puede haber sonado bastante cobarde, pero yo le estaba hechando todo el valor que podía. Además, no entendía ni veía nada.

Oir el grito histérico de mi 'victima' no me dio ánimos para responder su pregunta. Si me leventaba y me presentaba lo más probable sería que me diese una patada voladora. Mejor intentaba algo más seguro.
Desorientado por la caida, me arrastré rápidamente en cualquier dirección. Cuando quise darme por seguro y me levanté, estaba delante de esta.
Eso no había salido todo lo bien que podía...

La cosa que fuera que había caido al suelo se levantó de repente, y noté una presencia justo delante mio. Rápidamente me tiré hacia atrás de un salto y me preparé para atacar.

- ¡T-Te he hecho una pregunta! - grité nerviosa.

Urk. Mal plan. Aproveché para disculparme, visto que aun no había sufrido heridas mortales.
–¡Y-yo soy Lavi, un estudiante completamente inocente! (no soy francés ni nada...) (no me pegues una patada voladora, porfavor)
De hecho, 'Lavi' sólo era mi nombre más reciente, que adopté desde mi primer día en el sanctus infinito. Lo único que he sido siempre ha sido Bookman Jr.

Lancé un gran suspiro de alivio y no pude evitar echarme a reír. ÉL, quien en teoría debía ser la amenaza, ahora pedía por favor que no le pegara una patada voladora.

- ¿Que no eres francés? - dije antes de da una carcajada. - Je ne suis Française non plus. - pronuncié entre risas.

Ahora se estaba burlando del mal rollo que me daban los franceses. El peor susto que he dado jamás. Algo avergonzado, traté de inspirar su respeto anunciando mi profesión.
–¡Eh! ¡Un poco de respeto, que soy un Bookman!
Esperaba que preguntase que era un Bookman para podre relatarle nuestras grandes hazañas como... bueno... observadores neutrales.

De repente, del sobresalto, me paralicé. Bookman... esa palabra... un momento... ¡Bookman!

- ¡¿B-B-B-B-Bo-Bookman?! - exclamé acercándome a alguien que ni siquiera podía ver. - Ehm... ¿Puede ser que conozcas a un chico llamado... Ziek?

Quedé paralizado al oir aquel nombre. Ziek. Ese había sido mi nombre hace 5 años.
Esto no podía ser. Tenía que asegurarme. susurré.
–S-Sí ¿Le conocías?

Por un momento el sujeto que tenía delante se quedó callado. Esperaba a la respuesta, cuando dijo que sí.

- ¡Sí! - me acerqué aun más, necesitaba saber que sabía. - Tú... ¿Sabes donde está? ¿Sabes si está bien?

–Está incrédulo. Está delante de ti. -fué lo único que se me ocurrió responder. Di unos pasos, intentando identificar su cara. No tuve éxito, pero yo ya tenía una buena idea de quién podía recordar el nombre 'Ziek'- Lena... ¿Lee?

Eso si que no me lo esperaba. Y no me lo esperaba de tal manera, que me caí de culo al suelo y me arrastré impulsivamente hacia atrás. No sabía si estar contenta por haber encontrado a quien me sacó del mismisimo infierno o tener miedo por si se hubiera arrepentido de hacerlo.

- Por favor... ¡Por favor! - chillé atemorizada, aun en el suelo, acurrucándome en una esquina. - ¡No me hagas daño, por favor!

Yo no quería esto... solo quería verla de nuevo...
¡No! ¡Si me volvía a entrometer en sus asuntos pasaría lo mismo y seguramente nunca pudiese llamarme a mi mismo un Bookman! convencido de que hacía lo correcto, dije
–Ya me has causado más que suficientes problemas -me sorprendió lo frío que estaba sonando- Deberías simplemente irte.

Una molestia. Lo sabía: siempre había sido una molestia para todo el mundo... Tal vez debería haberme quedado allí y haberme muerto después de todo aquello... Sin darme ni cuenta, empecé a llorar como si se me acabara la vida. Notaba que mi corazón se llenaba de dolor.

- Lo siento... - dije escondiendo mi cara entre mis manos y intentando ocultar mis lágrimas. - Yo no quería.. Yo no quería molestar a nadie más...

Aquellos años fueron horrorosos, lo peor que a nadie le podría pasar

Lenalee había roto a llorar desconsoladamente y se estaba disculpando. Odiaba aquello, pero si hacía otra cosa la cosa acabaría con algo peor que un simple llanto... No podía permitirlo...
Me sequé los ojos rápidamente, antes de que brotasen las lagrimas que me había contagiado. Esforzandome por que no se me quebrase la voz, le ordené que hiciese lo que yo no sería capaz de hacer
–¡Olvida lo que pasó hace 3 años!
Le di la espalda y me dispuse a marcharme. No se podía ver nada, pero por delante de mis ojos desfilaban las imagenes de la experiencia poco grata de entonces.

[Offrol: cierro el tema, ya decidiremos donde seguimos yuu xD]